El sector ha de ser muy consciente de lo que está ocurriendo.
Existe una fuerte voluntad política, para debilitar y diluir los movimientos de lucha más fuertes de este país.
Un sector dispuesto a parar ciudades y dispuesto a encarcelar corruptos, ha de ser desactivado y aniquilado de cualquier forma.
Cualquier líder político, sindical o social está en el punto de mira de las mafias que quieren adueñarse del pais y harán y están haciendo lo posible por destruirlos.
El taxi es enemigo público del antisistema, líderes políticos como Rafa Mayoral, hermano de las clases más débiles, han de ser borrados del mapa, lo han intentado y lo van a seguir intentando.
Saben que Tito es y va a ser el emblema de una revolución, que pronto traspasará nuestras fronteras y los lobbies están inquietos.
Lo que estamos presenciando, son actuaciones propias de cárteles o camorras, aquello que los libros dicen que existe pero que nuestra dispersa y manipulada mente tantas veces no es capaz de ver.
Hoy somos actores en primera persona, de esta «película» donde diferentes voluntades han sido seducidas y cada vez se ve con más claridad.
Somos actores en primera persona porque si tocan a TITO nos tocan a todos.
Con TITO hasta la victoria, porque acabaremos con ellos.
Taxi Project
