Reflexiones desde el volante – Gabriel

Reflexiones desde el volante - Gabriel

Reflexiones desde el volante – Gabriel

Desde Taxi Project 2.0 estamos trabajando en varias áreas tanto de mejora como de defensa del sector pero todo siempre girando alrededor de la figura de la trabajadora y el trabajador del taxi.

Por eso hoy, comenzamos una nueva sección en la que tu, el taxista, el que estás en la calle viviendo la situación en la que nos encontramos, el que te esfuerzas día a día por prestar el mejor servicio al usuario del taxi eres el protagonista.

En este caso, nuestro invitado es Gaby, taxista de Madrid. Muchas gracias por tu colaboración y por tu esfuerzo Gaby.


Hola a tod@s !!

Al final, tras mucho meditarlo, me he atrevido a escribir unas líneas sobre la problemática que atañe al sector en el que trabajo, el sector del taxi.

Antes de atreverme a escribir ésto, quiero dejar claro, que ésta es la opinión de un taxista, mi opinión, la cual, no tiene que ser afín a la del resto de los compañeros y asociaciones que representan al sector.

Pues bien, estoy hastiado de comprobar, como el problema que atañe a mi sector, problema de relativa fácil solución en sus inicios, ha llegado a enquistarse de tal manera, que se ha convertido en un problema social, político y judicial.

Así mismo, mediático sobre el que además, planea la sospecha, más que fundada, de una corruptela a todos los niveles.

Hoy, por no hacer demasiado extenso el escrito, me centraré sólo en por qué es un problema social.

Más adelante intentaré explicar por qué para mi también es un problema político, judicial y mediático.

Reflexiones desde el volante - Gabriel

Problema social, porque lo único que ha generado ésta situación son enfrentamientos entre trabajadores de taxis y Vtcs, porque unos se saltan la ley sistemáticamente, para ello les imparten cursos en los que les enseñan como hacerlo.

Además, los otros, se exasperan viendo como lo hacen con la impunidad que les da saber, que los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado no van a hacer nada por evitarlo, en parte por pasividad y en gran medida también, por carecer del conocimiento mínimo necesario de la ley que regula tales infracciones.

 

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Problema social

También problema social, porque la implementación de éstos lobbies bajo el paraguas de la Economía Colaborativa, sólo ha traído precarización del empleo (en ambas partes al menguar la recaudación), lo que se traduce en jornadas laborales más largas para cubrir el “mínimo diario imprescindible».

Es lo que se ha denominado la “Uberización de la economía», que no es más que decir de manera “cool y actual», que la esclavitud ha vuelto, pero ésta vez los latigazos los reparten tras la “tecnificación y modernización” de una aplicación informática.

 

Problema social, porque la implementación de éstas app’s y su utilización, sólo suponen un retroceso en cuanto a seguridad y garantías del consumidor (recordar que pese a que son ellos quiénes asignan vehículo, deciden itinerario y cantidad a pagar, en caso de accidente, no se responsabilizan, de absolutamente nada, dejando que la responsabilidad del servicio recaiga sobre el usuario).

 

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Del mismo modo, problema social también, porque éstos lobbies no suponen ningún beneficio para la economía nacional.

Ya que pese a que la generación de su riqueza la hacen aquí, el pago de sus impuestos los realizan en lugares con beneficios fiscales tales como Delaware y Panamá, empobreciendo así aún más las “Arcas del Estado», de por sí ya maltrechas, y contribuyendo a la desaparición de los servicios públicos esenciales, al no cotizar para su mantenimiento.

Y problema social en definitiva, porque en realidad, ésto no trata de una “modernización en el modelo de transporte»; pues al final hacen exactamente lo mismo que lleva haciendo el taxi durante más de 100 años (transportar a un cliente de un punto A a un punto B), sino de una privatización encubierta de los Servicios Públicos para dejarlos en manos privadas.

Entes Privados

Además, que sean éstos nuevos entes privados, los que decidan cuánto cuesta un servicio, basándose en un algoritmo que se aprovecha de las necesidades del usuario, cobrándole importes más altos, cuanto mayor es su necesidad y seleccionando así, quienes pueden o no utilizar éstos servicios.

Creo que sobra decir, que ante ésta nueva tesitura, son las clases sociales menos favorecidas económicamente las más perjudicadas, pues ellas serán las primeras en tener que prescindir de dichos servicios. Hoy afortunadamente, está el taxi para cubrir ésas necesidades, pero se ha planteado alguien, ¿qué pasará si éste desaparece?. La respuesta os la dejo a vosotros.

Gaby, taxista de Madrid.

@saez_largosaez

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