Es responsabilidad de todos parar esta sin razón.
Por un Taxista Anónimo
El odio y el rencor es un veneno que se bebe pensando en hacer daño al otro, no es así,el daño se lo produce uno mismo por la própia ingesta.
En una cafetería de Madrid,varios tertulianos comparten mesa mientras entre risas bromean cómo si se conociesen de toda la vida,no es así,simplemete les une su trama, su gran jugada maestra,el color de su dinero y de sus coches negros.
Mientras estas escenas se repiten,en cada ocasión ellos ríen,siguen creando,aumentando y contemplando el arte de su trama, solucionando sus diferencias en privado y sin ruido de fondo.
Las decisiones claves se toman en sus espacios, a puerta cerrada, lejos de las cámaras y los micrófonos,lejos de las redes sociales y sobre todo teniendo claro su objetivo.
De momento la suerte les sonríe, parece qué todo juega a su favor.
Miran a través de la cristalera de la cafetería de reojo, aunque saben que es otoño y se avecinan tormentas,por ahora parecen alejarse de sus confortables y lujosos asientos,ellos lo saben,las
predicciones son visibles a través de sus dispositivos móviles y redes sociales.
No nos olvidemos nunca desde donde venimos, nuestra situación actual está creada y dirigida desdedentro del própio sector. Por favor aprendamos de nuestros errores y no volvamos a caer en ellos.
Todos somos necesarios, nos necesitamos para ser más fuertes.
Alguno desprevenido puede caer fácilmente en la dinámica de este circo creado por nosotros mismos, los taxistas y crear desde su própio ámbito, esta batalla contra quién piensa qué es su rival y confundir el objetivo real,ir contra el simpatizante del otro lado del qué se posiciona.
Y aunque esto es algo que no es nuevo,estamos consiguiendo que se perpetue gracias a todos,se realiza con mayor visibilidad ahora que los espacios virtuales, las redes sociales y el acceso a la tecnología permiten que esta lucha se haga más visible.
Los muros de Facebook y las citas de Twitter se están convirtiendo en verdaderos campos de batalla en los que amigos y compañeros se enfrentan ,ofreciendo a veces la cara del miedo y más vulnerable de la persona,si bien es cierto que el ambiente se vicia por la influencia de cuentas falsas, troles e informaciónes manipuladas o tendenciosa en ocasiones,la gente real, esa de carne y hueso con nuestros trabajos y una familia qué sufre en silencio,lo padecen,también algunos compañeros en su desorientación tristemente pueden caer en las garras de ésta vorágine.
Por favor no volvamos a caer una y otra vez en la misma trampa.
¿Realmente vale la pena perder amistades, enemistarse con un compañero, o poner en riesgo otro tipo de relaciones por defender nuestro paradigma, ese al qué nos aferramos con fuerza ?
Yo diría que no, no lo vale, no nos nutramos de odios y rencores los cuales nos frustran y generan más odio y más rencor.
En la polarización, en ese juego qué se ha convertido el circo del todo o nada, ignoramos u olvidamos que los colores del taxi que ahora defendemos con pasión se han mezclado y mezclarán más adelante,qué más tarde o temprano nos hemos de volver a encontrar,deberemos decidir nuestro futuro, el de todos, sin importar por quién nos posicionamos o por quién no.
No nos dividamos más,si no puede haber reconciliación,qué exista el respeto y el trabajar en la misma dirección,la protección del taxi sin ponernos zancadillas cómo consecuencia de nuestras imperfeccionescómo personas que todos somos, no olvidemos éste punto.
Lo qué realmente importa es no desviarnos del verdadero objetivo.
Nuestro objetivo común es el mismo para todos y ese es el que nos ha de unir.
Si reflexionamos por un momento nos daremos cuenta que hay muchos más motivos que nos unen de los que nos separan,por favor hagamos incanpié en este asunto.
Seamos consecuentes con nuestras palabras y con nuestros actos,no seamos sus esclavos,aprendamos de nuestros errores,siempre es posible si hay voluntad.
Todos somos seres imperfectos hemos de ser conscientes de nuestras limitaciones,hemos de aprender a perdonar porque al perdonar,me perdono a mi mismo, eso no quiere decir que el otro
no sea responsable de sus hechos,no tiene que ver con ellos sino conmigo.
No nos auto destruyamos entre nosotros, comencemos a construir ofreciendo cada uno la mejor versión de nosotros mismos.