Rechazo al borrador de los VTC en Sevilla después de la reunión con la Junta
El pasado 29 de Mayo, representantes de la Asociación Élite Taxi Sevilla se reunieron en la sede de la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía con el Director General de Movilidad y técnicos de su departamento para analizar y discutir las alegaciones que Élite Taxi Sevilla había presentado conjuntamente con otras asociaciones en representación del taxi andaluz, al borrador de medidas para la ordenación y modernización del sector de transporte discrecional de viajeros en vehículos de turismo.
Aunque la reunión se desarrolló en la más absoluta cordialidad y se extendió durante algo más de tres horas, la valoración que hacemos del resultado de la misma es muy decepcionante.
Nuestra asociación mantiene que la actitud del intrusismo y competencia desleal que las empresas de VTC desarrollan con la complicidad de las plataformas Uber y Cabify solo tiene una respuesta:
Regular la precontratación en tiempo, vuelta a la base y geolocalización.
La Junta de Andalucía a pesar de admitir que son conscientes de que los VTC operan con infracción al Reglamento de Transporete, y de reconocer que hay que cortar de raiz esta forma de trabajo, se muestran reticentes a establecer un tiempo de precontratación tal como se está regulando en todas las comunidades autónomas de España.
La única justificación que ofrecen para no seguir la línea marcada por todas las comunidades autónomas, excepto Madrid (también gobernada por el PP), es que la envergadura del problema no es el mismo.
En otra palabras, silos sujetos infractores son pocos, entonces se pueden adoptar medidas legales para corregir la situación, pero si los infractores son muchos (como ocurre en Sevilla y Málaga), pues entonces hay que buscar una fórmula legal para no perjudicar el infractor.
Como es lógico, esta argumentación es inadmisible en un estado de derecho y condena al taxi andaluz a corto plazo a convertirse en un taxi de segunda categoría en España, y a medio plazo a su desaparición.
Un servicio público no está concebido para competir con empresas privadas.
El mantenimiento de un servicio público no puede quedar supeditado a la rentabilidad de empresas privadas.
Tenemos que dejar atrás los tiempos de las liberalizaciones y privatizaciones que tanto daño han hecho a nuestra sanidad, educación, transportes y servicios sociales.
Cada día que pasa estamos más convencidos y la realidad en toda España así lo demuestra, que la salvación del servicio público del taxi en defensa de los intereses de los usuarios solo tiene un camino:
La regulación de la actividad de los VTC que operan con Uber y Cabify y no puede pasar por la liberalización del transporte discrecional de viajeros en vehículos turismo.
Rechazo al borrador de los VTC en Sevilla